Toshikazu
Nagae dirige esta secuela paralela de la
franquicia americana queriendo darnos a entender una especie de
comienzo de la historia con un regusto nipón muy acentuado.
De
nuevo otro film grabado “casi” completamente en mano, en el que
pasan largos minutos sin pasar nada (planos fijos, cámara en fast
forward, nulidad musical,...). Y al final, se queda todo en un coñazo
insoportable y soporífero. Los momentos de sustos no existen y los
intentos están tan sobados que no aporta nada.
Si
que puedo decir que la calidad visual no manca, como en otros films
del estilo, y que ciertas poses me recuerdan a “El Grito” (no
se igual son cosas mías) pero no hay mucho más donde rascar.
Una
joven vuelve a casa de un viaje en Estados Unidos, donde atropello y
mato accidentalmente a una mujer. Como resultado se fractura las dos
piernas. Su hermano sera el encargado de cuidarla debido a las largas
ausencias de su padre. El chico graba la vida rutinaria de ellos con
una videocámara.
Una
mañana la chica se despierta con su silla de ruedas movida y acusa a
su hermano. Este lo desmiente y deciden poner una cámara para ver lo
que ocurre realmente. Poco a poco descubre que algo dentro de la casa
perturba sus horas de sueno, primero levemente hasta volverse
totalmente contra ellos.
Un
film directo a Dvd y Blu-ray, del que no hay nada más que decir que:
“¡Huid de esta mierda!”
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