GUERRA MUNDIAL Z - Marc Foster - 2013

El director Marc Foster que recordaréis de “007: Quantum Of Solace” recoge el testigo del bestseller escrito por Max Brooks para follárselo sin sentido y quedar sólo con el título del mismo.

Con un presupuesto desorbitado, unos 190 millones de dolares, la película es un desfile de efectos digitales e imagen totalmente exenta de sangre. Es lo que tiene una supreproducción de estas características, un gasto abusivo tiene que dar un gran beneficio y para ello ha de aligerar la carga de hemoglobina (inexistente en este caso) y hacerla visionable para casi todos los públicos.

Otro punto fulminante, es que si no fuese por su extrema rapidez y su ataque en grupo, los zombies no darían ni miedo (el chascarrido de dientes y el maquillaje es para darle al director de fx hasta dejarlo en coma).

El film arranca adecuadamente en medio del caos y un estado marcial que se desarrolla poco a poco. Nos va adentrando en los entresijos de la trama y el por qué, más o menos adecuadamente, para terminar con un final metido con calzador y en pos de acabar rápido ya con la situación. Es decir, una historia de la que podríamos haber sacado mucho más. De nuevo, un quiero y no puedo por parte de nuestro “amado” Hollywood.

Pero bueno, no voy a seguir siendo negativo al respecto y diré, para sorpresa de muchos, que quitando lo comentado anteriormente la película es muy entretenida. Incluso recomendable para muchos que se quieran meter de lleno un poco en esto del cine “zombie”, cada día más quemado por cierto.

Ciertamente es mucho mejor que “The Walking Dead” que no deja de ser un dramón sin sentido, una especie de “Bonanza Zombie” que devoráis como tontos sedientos de cotilleos.

Las actuaciones están bien, Brad Pitt nunca ha sido santo de mi devoción, pero no está mal, la cosa está en que al resto del reparto no los conocen ni en su casa. Menos mal que el meapilas del Pitt dona algo a caridad porque se ha debido comer todo el presupuesto para actores.

Bueno vamos un poco con el argumento. Muchos recordaréis que la novela era un amasijo de cartas y entrevistas en diferentes partes del mundo durante la guerra, lo que hacía romper la continuidad clásica de una novela. Yo, que aspiraba por fin a ver algo así en una película, me veo defraudado por una historia plana y típica de Hollywood.

Gerry Lane (Brad Pitt), un antiguo agente de las Naciones Unidas, se encuentra viajando con su familia en medio de la ciudad cuando algo que desencadena el caos los pilla en medio. El estado marcial se impone y escapando como puede vuelve a ser reclutado con el trato de que su familia se mantenga a salvo. Es mandando con un virólogo y un equipo a la supuesta zona cero. Allí descubren que las “migajas” son lo importante para poder parar la infección.

El film se desarrolla en varias zonas del planeta, unas mejores (por ejemplo: Israel) y otras que por su oscuridad, o nulo interés aburren (por ejemplo: Corea). Pero todas ellas nos van dando la clave para un final, como dije antes, metido con calzador.

Una nueva apuesta por parte de la industria para mantener la moda zombie y que anuncia una supuesta trilogía (miedo me da). De todas formas, World War Z es una apuesta palomitera apta para todos los públicos verdaderamente recomendable, eso si, aunque tenga algún destello de calidad, no os esperéis una obra maestra.