Siguiendo la estela de esta revival de
casa encantadas o con fantasmas, nos llega esta “Dark Circles”.
Una más para la lista y poco más si no fuera por un final que se
aleja un poco de lo habitual en esta temática, pero en general de
resultado pobre y desaprovechada. Con un montón de fallos y
tonterías ridículas que cualquier persona con dos dedos de frente
podría solucionar.
El casting de actores con Pell James a
la cabeza pasa entre momentos de sobreactuación y perdida total del
sentido a momentos realmente buenos, alguien les habría de decir
hasta cuando y cuanto.
Lejos de eso, y en cuanto a los fallos
que comentaba antes, yo no no soy padre, pero un par de preguntas
asaltan mis instintos “paternales”:
1- ¿No puedes dormir con tu hijo
pequeño (estamos hablando de un bebe de pocas semanas) que tiene
dificultades para dormir y te ahorras dar paseos por toda la casa ?
2- Si un niño no puede dormir por el
día por el ruido de unas obras cercanas, ¿no dormirá nada de
noche?
3- Si llevas ya unas noches sin dormir,
¿no se pueden turnar para dormir una noche cada uno y por lo menos
descansar una cada día? …
Estas y otras cuestiones frívolas y de
poca cabeza se dejan abiertas en la cinta. Con lo que a veces te
queda una cara de gilipollas viéndola que realmente no sabes muy
bien que pensar.
De todas maneras aunque la cinta siga
la temática de casa encantada/fantasmas o algo así no deja de ser
un thriller con muy poquita sangre y violencia. Muy poca cosa.
Penny es una madre primeriza que tiene
un trauma con su propia madre por no haberla cuidado bien. Alex
(Johnathon Schaech) es un pianista que decide retirarse de los
directos para cuidar de su familia. Se mudan a una nueva casa cerca
del campo y algo o alguien parece que perturba su paz. Unas obras
cercanas a su vivienda les generan un profundo insomnio (producido
por el ruido y porque su bebe no duerme) y la ansiedad que eso
conlleva degenera en una continua pelea entre los dos por algo que
consideran que son paranoias pero que poco a poco descubrirán que
son más reales de los que ellos creen.
Un film lentito, sin muchas
pretensiones y que por tanto no da para mucho. Esto es lo que pasa cuando dejas a un directos de comedia mala como Paul Soter dirigir un Thriller. Una patata.
Para ver una vez si te lo encuentras en
un canal de televisión y olvidarlo rápidamente.
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