Producción australiana que mezcla
Scifi con terror (en menos medida). Con un presupuesto pequeño y
unos recursos muy limitados. Los escenarios, por llamarlos de alguna
manera, son los mínimos (creo que son cuatro) y tampoco son nada del
otro mundo.
Aunque la imagen y la fotografía están
bien logrados, los efectos no son gran cosa, aparte de que no hay un
gran despliegue de ellos. El casting de actores, todos ellos de la
televisión, no va muy allá y la sobre actuación y las perdidas
dentro de los personajes están a la orden del día. Apenas hay
sangre (excepto en una o dos escenas) y el producto se hace muy
mediocre en general.
Una especie de área 51 australiana
esconde en sus entrañas una instalación secreta. Eve se despierta
desorientada y no sabe quien es ni donde esta, solo ve que viste como
una prisionera y que tiene una gran cicatriz en la cabeza. Un grupo
de asalto entra en la instalación dispuestos a acabar con ella y
acabar con el motín que parece que se ha producido dentro de la
misma. El soldado al mando no es capaz de matarla porque parece
conocerla y mucho, es su mujer, muerta años atrás.
Un film del montón, flojete y sin
grandes perspectivas. Que parece que no lleva a ningún lado y acabas
viendo por hacer algo. No tiene nada de especial ni nada para
recordar.
No llega al aprobado.
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