Nunca sabemos muy bien que
esperar de Joel Schumacher, ha dirigido verdaderos truños como
“Batman y Robin”
(por poner un ejemplo) y clásicos como “Jovenes
Ocultos”. Así que, cuando vi el trailer
sobre este film, de 2007, con esa historia de fondo: nazis, runas,
esoterismo,... No pude mas que emocionarme, pero algo dentro de mi me
avisaba de lo que estaba por llegar.

Efectos digitales del todo
a cien (salvando el maquillaje de Fassbender), zombies sin venir a
cuento y unos hermanos traumatizados que no saben ni donde se meten.
Y a pesar de que esto ultimo os pueda hacer pensar que la cosa no
esta tan mal, la verdad es que es un aburrimiento y solo te mantiene
entretenido cuando el malo hace algo.

En 1936 en un pequeño
pueblo de Maryland vive una familia de alemanes que poseen una granja
y en las que se encuentran unas runas grabadas en piedra de la época
en la que los vikingos arribaron a tierras americanas (recordemos que
antes de Cristóbal Colón). El Tercer Reich al enterarse manda a un
científico ocultista (Fassbender) a investigar, trayendo el mal a la
zona.

Schumacher no supo
aprovechar esta gran historia que hubiera dado para mucho. Al final
se queda en algo que apenas entretiene y que en ningún momento
engancha.
Una pena.
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