Esta vez sin Juan Balagueño, Paco
Plaza se lía la manta al cuello en una nueva secuela de REC. Después
de vendernos la moto al hacer la segunda parte de que en esta tercera
explicarían el origen de los poseídos portugueses, recordemos a
Tristana Madeiros de la primera parte, cogen y se inventan una nueva
historia contemporánea a la noche del primer film pero usando de
escenario una boda (?).
Asustado me quede porque aunque no era
lo que me esperaba la película es entretenida pero no termina de
arrancar. No deja de ser un paso mas en la franquicia, en la misma
linea que las anteriores y sin explicar nada nuevo.
Lo peor de todo es que nos demuestra
que Paco Plaza también puede dirigir él solo un producto aceptable
después de sus aberrantes Romasanta y El Segundo Hombre. Y
sinceramente mucho mejor que REC 2 junto a su antiguo compañero
Balagueño, que ya es algo.
El film comienza rodado en versión
cámara en mano muy de boda y va presentandonos a los personajes
(nada destacables por cierto). Allí conocemos al familiar infectado
que al presentar los primeros síntomas achacan a la borrachera. Poco
a poco se lía parda y nada lo de siempre. Del formato vídeo de boda
pasamos al clásico de operadores y la calidad visual mejora
muchisimo.
Los novios se intentan salvar pero como
todos sabéis las pelis de zombies/infectados establecen unas leyes
de supervivencia. Lo mas gracioso de todo es que las pasan canutas
para acabar con los infectados y con la fe se hubieran ahorrado una
buena sudada.
Guión flojete, sumando una más en la
franquicia pero mas entretenida y aceptable que REC 2. Seguro que nos
bombardearan en breves con otra.
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