Steven
R. Monroe, director de las altamente recomendables “I Spit In Your
Grave” (2010) y “I Spit In Your Grave II” (2013), nos trae esta
producción de la Syfy estrenada en las festividades de Halloween del
año pasado. Queriendo beber del estilo cinematográfico japonés, el
film se queda a dos aguas en una historia en la que acaba interesando
más la parte de donde viene (que nunca nos cuentan) que la trama
actual (que, ciertamente, no importa a nadie).
A pesar de ser un
producto de la Syfy se agradece el esfuerzo en fotografía,
maquillajes y muertes (que para ser una película clasificada para
mayores de 13 están muy logradas y son lo suficientemente
explícitas). Pero también existen ciertos desastres que no podemos
dejar pasar por alto: el bosque Aokigahara que intentan representar
poco tiene que ver con el real, ciertamente parece más un bosque de
Canadá o de los Apalaches; la actriz protagonista Kaitlyn Leeb para
nada da el pego como asiática y todo el reparto excepto tres actores
no son orientales, lo cual
desconcierta y da esa sensación mayor de cutrez; también ciertas
lagunas argumentales que no se explican como el tema de la hermana
que está en el bosque, el porque ayudan a la madre los otros
espíritus o quien mandó la caja a la protagonista.
A pesar de ello, se deja ver, pero le preveo una difícil popularidad entre las cintas de la Syfy portadora normalmente de notoriedad en películas que rozan el absurdo más loco
Maiko
(Kaitlyn Leeb) es una estudiante de intercambio que se encuentra en
Japón y aprovecha a rodar con unos compañeros de clase un
documental sobre la búsqueda de la historia que hay detrás del
suicido de su madre biológica en Aokigahara. Tiempo atrás recibió
una caja que le explica el sitio donde podría encontrarse, pero esta
caja no tiene remitente ni sabe quien a podido mandársela.